¿Por qué hay personas que prefieren el aislamiento y el dolor en vez de compartir y reconfortarse con otras personas que pueden darle el colchón del amor para curar sus heridas? Me refiero al amor en general.
El ser humano es complejo. Hay personas que por circunstancias de su vida se ven en un desierto solitario, anhelando un ser que le escuche, le de un abrazo o le aporte una palabra de consuelo. ¿Cuánto daría en ese momento de soledad por conseguir un instante de compañía?
Y mientras, otras derrochan las oportunidades con desprecios y arrogancias para adentrarse en su propio victimismo y convencerse de que son los que más sufren o incluso, para autocastigarse.

La vida es muy corta y viene con su buena dosis de problemas que son aleatorios y que no elegimos. Compartir desde la autenticidad es un privilegio. Quizá sea la única forma que alguien lo vea y se plante un cambio de rumbo. Es una medicina para corazones que sufren.