Siento en el alma un resquicio sereno, pero intrigante.
Siento sonrisas internas, que despejan las dudas del bienestar.
Siento el tiempo parar a ritmo acompasado.
Siento dejarme llevar por el eco de la belleza.
Por los sentidos variados me regodeo sin más,
a través de la palabra, las miradas y los gestos
que unen experiencias lejanas, a las que admirar.