Tengo el corazón ajado
apunto de hacerse añicos;
es de antigua cerámica,
suave, fino y delicado.

Con cada desaire gratuito
la sombra de ese maltrato,
que tanto enmascaró mi vida,
aparece y…
Mi corazón pende de un hilo.

¡Corazón grande, corazón cansado!

¡Los salvadores de almas están siendo atacados!

Inconscientes, en su defensa,
erran el tiro…
Una flecha me ha traspasado,
esta vez, de fuego “valirio”.

Tengo el corazón ajado
apunto de hacerse añicos.
Ya no tengo fuerzas
para la lucha, para el rescate.
Mi corazón necesita un retiro.

Llévame volando a la cueva,
dame mimo, acaríciame con cariño.
Alquimia infalible para reconstruir
lentamente, cada uno de los cachitos.